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LA ESTUPIDEZ DEL CURAR
por T. C. Fry
X
T. C. Fry
T. C. Fry (1926-1996), considerado, tras el mítico Shelton, uno de los higienistas más importantes del siglo XX. El movimiento de la Higiene Natural ha perdido su voz más clara, más brillante. Su muerte fue un shock para muchos de nosotros que le considerábamos un hombre con un elevado espíritu de compasión. Su dedicación exclusiva y agotadora en el trabajo fue una de las causas principales de su fallecimiento.
Era un hombre muy apasionado en la difusión del Higienismo. Incluso en sus últimos días, estuvo preparando su boletín informativo para cumplir su sueño de crear en Honduras la escuela higienista de Ciencias de la Salud en homenaje a Shelton.
Fue en 1970 cuando T.C. Fry hizo su "gran descubrimiento de la salud" en su lectura del magistral libro del mítico doctor Herbert Shelton ?Superior de Nutrición?, en el que los principios de la Higiene Natural y nutrición biológica se revelan. Inmediatamente se entusiasmó y adoptó los principios de la Higiene Natural en su vida, se sobrepuso a muchos problemas de salud de antaño y se embarcó en un camino que lo llevó a adquirir tal vez más información sobre los hechos acerca de la salud y la nutrición que nadie en la historia, y convertirse en un gigante sobre la salud, la enseñanza de la Higiene Natural a nivel mundial. Fue un voraz investigador y estudioso de las ciencias de la nutrición, la fisiología y la curación. Puso toda su riqueza de la información en miles rectores de la enfermedad a la salud, y su obra han salvado muchas vidas, incluyendo la de este escritor. Él lo hizo por lo general de poca o ninguna compensación, y qué beneficios le hizo ganar por lo general volver a poner en el impresión y envío de más de su literatura a la salud que buscan.
Editó una importante e inspiradora revista que floreció en la década de los ochenta con más de 30.000 personas suscritas. Sus artículos estaban llenos de vida y sabiduría, explicando muy claramente la salud, y, literalmente, nos enseñó a pensar por nosotros mismos y a tomar la iniciativa de vivir saludablemente.
Fundó en la década de los ochenta el Instituto Higienista LIFE SCIENCE INSTITUTE , en Austin (Texas) donde enseñaba los principios higienistas a través del célebre curso higienista y de salud más importante escrito en la historia moderna de la Humanidad que constaba de video, cintas y 108 lecciones impregnadas de sabiduría, datos, información, artículos de un nivel extraordinario. Entre sus alumnos, destacan los autores del best-seller de salud más importante de todos los tiempos ?La antidieta (fit for life)? los Diamond, Harvey y Marylin, el autor de motivación de PNL mundialmente conocido, Anthony Robbins y los fundadores de Higea, los hermanos Natividad y José Manuel Casado Sierra. Dicho curso también se enseña en una escuela de medicina de Francia.
Autor de numerosos libros inmortales como ?La Gran Mentira del Sida?, ?La fórmula de la salud?, ?Yo vivo de frutas?, etc.
Queremos darte las gracias porque tu dedicación, bondad, compasión, comprensión, amor, firmeza, paciencia y sabiduría. Gracias a ti, millones de personas conocemos la Higiene Natural y hemos aprendido el camino auténtico de la salud. A ti, querido amigo nuestro homenaje a través de nuestra labor y este bello poema de José Manuel Casado Sierra que aparece en su libro ?El mito de la enfermedad??
A ti Fry
por José Manuel Casado Sierra, 2002
En memoria de T. C. Fry
No saldrá tu nombre
en la televisión, amigo Fry.
No te recordarán, ni construirán
un monumento en tu honor.
No serás condecorado ni alabado.
No saldrán tus fotos en las revistas del corazón.
Pero, quizás, un pajarillo gris se pose un tu lápida
agrietada y perdida entre millares
y te cante una canción.
Quizás, amigo Fry, un joven soñador y solitario te
busque entre el polvo y los libros viejos sobre salud.
Quizás unos padres preocupados por su hijita
enferma te llamen al Cielo en busca de tu saber.
Quizás muchos otros te recuerden como aquel viejo y utópico
loco solitario que quería cambiar el mundo.
Quizás, querido Fry, las semillas que plantaste en muchos
hombres empiecen a brotar y con el paso del tiempo se
conviertan en árboles fuertes, sanos, sabios y divinos.
A ti Fry que nos diste tu lucha,
tu trabajo, tu saber y tu esperanza.
A ti Fry que despiertes de tu sueño terrenal
sonriente y feliz entre la Luz y el Amor. Amén.
Publicado el 14-10-2010
ir a SaludLa idea de que la enfermedad puede ser curada y que la curación ─si puede encontrarse─ existe, nació en tiempos de la más profunda ignorancia y la más oscura superstición.
La idea, simplemente declarada, consiste en que la salud puede ser recuperada sin eliminar las causas de su deterioro. La idea es que algún agente o influencia extra-vital puede, por su propio poder, devolver la salud a un organismo enfermo.
Cuando se originó este concepto, el pequeño grupo de sanadores auto constituido que entonces existía emprendió una búsqueda loca de curas que, a pesar de los fracasos de todas las existentes, continúa con un frenesí constante.
La búsqueda de las curas ha llevado a la humanidad a hacer algunas cosas bastante extrañas, mientras que ninguna cantidad de fracasos por grande que sea le hace aprender la lección.
Hasta ahora, no conocen la naturaleza esencial de la enfermedad y no saben que debería ser curada o que puede ser curada. En lugar de un estudio de causa-efecto, la curamanía tiene a todo el mundo científico buscando quimeras, todas las cuales parecen prometer mucho, pero sólo son «frutos del mar muerto».
La última estupidez producto de la superstición de la cura es una propuesta hecha al Congreso estadounidense para apropiarse de 15.000 millones de dólares para gastarlos en un período de cinco años en una búsqueda frenética de una cura contra el cáncer.
Para alcanzar esta tremenda suma de dinero, se ha propuesto imponer un recargo en los impuestos de un dos por ciento a cada contribuyente individual o corporativo en el país. Como de costumbre, cuando el dinero público se gasta en los programas de salud pública, se hace pagar a la gente que es lo suficientemente inteligente y está lo suficientemente informada como para saber el gran disparate que es el proyecto junto con los ignorantes que apoyan la extorsión de los médicos y la bribonería que acompaña toda empresa fraudulenta.
Los higienistas serán obligados a pagar toda esta investigación que no conduce a ningún sitio, junto con aquellos suficientemente desinformados para pensar que la investigación médica nos puede dar lo imposible.
Las imprentas de propaganda están muy ocupadas imprimiendo seductores artículos para los periódicos y las revistas que han sido diseñadas para crear una demanda pública para que se lleve a cabo este último plan de echar los fondos públicos en la ratonera de la investigación.
Las curas van y vienen, pero el curar sigue para siempre. Con el paso del tiempo las curas se hacen más complicadas, más difíciles y más caras.
La culminación de esta inutilidad parece haberse conseguido cuando a una profesión que confiesa que no tiene cura para el resfriado común, es fastidiada por una simple indigestión y un estreñimiento sin complicaciones, y no sabe como tratar un montón de granos en la cara de una adolescente, se le pide que discuta en secreto una investigación y vuelva a los cinco años con una cura contra el cáncer.
Desde luego, cuando haya acabado el período de cinco años y estén con las manos vacías, siempre hay la posibilidad de un segundo plan de cinco años de duración durante el que se pueden gastar otros 25.000 millones de dólares en otra búsqueda inútil de una cura.
El coste no sería demasiado grande si al final del segundo plan de cinco años de duración, el supuesto mundo científico hubiese aprendido que no existen las curas. Sin embargo, sería demasiado esperar esto.
Los higienistas deberían ejercer toda la influencia que puedan para oponerse a esta locura y buscar un programa de educación que proporcione a la gente la verdad de la salud, la enfermedad y la sanación.
Fuente: 1986 LIFE SCIENCE INSTITUTE.
Reimpreso de la «HYGIENIC REVIEW»
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LA ESTUPIDEZ DEL CURAR
por T. C. Fry
X
T. C. Fry
T. C. Fry (1926-1996), considerado, tras el mítico Shelton, uno de los higienistas más importantes del siglo XX. El movimiento de la Higiene Natural ha perdido su voz más clara, más brillante. Su muerte fue un shock para muchos de nosotros que le considerábamos un hombre con un elevado espíritu de compasión. Su dedicación exclusiva y agotadora en el trabajo fue una de las causas principales de su fallecimiento.
Era un hombre muy apasionado en la difusión del Higienismo. Incluso en sus últimos días, estuvo preparando su boletín informativo para cumplir su sueño de crear en Honduras la escuela higienista de Ciencias de la Salud en homenaje a Shelton.
Fue en 1970 cuando T.C. Fry hizo su "gran descubrimiento de la salud" en su lectura del magistral libro del mítico doctor Herbert Shelton ?Superior de Nutrición?, en el que los principios de la Higiene Natural y nutrición biológica se revelan. Inmediatamente se entusiasmó y adoptó los principios de la Higiene Natural en su vida, se sobrepuso a muchos problemas de salud de antaño y se embarcó en un camino que lo llevó a adquirir tal vez más información sobre los hechos acerca de la salud y la nutrición que nadie en la historia, y convertirse en un gigante sobre la salud, la enseñanza de la Higiene Natural a nivel mundial. Fue un voraz investigador y estudioso de las ciencias de la nutrición, la fisiología y la curación. Puso toda su riqueza de la información en miles rectores de la enfermedad a la salud, y su obra han salvado muchas vidas, incluyendo la de este escritor. Él lo hizo por lo general de poca o ninguna compensación, y qué beneficios le hizo ganar por lo general volver a poner en el impresión y envío de más de su literatura a la salud que buscan.
Editó una importante e inspiradora revista que floreció en la década de los ochenta con más de 30.000 personas suscritas. Sus artículos estaban llenos de vida y sabiduría, explicando muy claramente la salud, y, literalmente, nos enseñó a pensar por nosotros mismos y a tomar la iniciativa de vivir saludablemente.
Fundó en la década de los ochenta el Instituto Higienista LIFE SCIENCE INSTITUTE , en Austin (Texas) donde enseñaba los principios higienistas a través del célebre curso higienista y de salud más importante escrito en la historia moderna de la Humanidad que constaba de video, cintas y 108 lecciones impregnadas de sabiduría, datos, información, artículos de un nivel extraordinario. Entre sus alumnos, destacan los autores del best-seller de salud más importante de todos los tiempos ?La antidieta (fit for life)? los Diamond, Harvey y Marylin, el autor de motivación de PNL mundialmente conocido, Anthony Robbins y los fundadores de Higea, los hermanos Natividad y José Manuel Casado Sierra. Dicho curso también se enseña en una escuela de medicina de Francia.
Autor de numerosos libros inmortales como ?La Gran Mentira del Sida?, ?La fórmula de la salud?, ?Yo vivo de frutas?, etc.
Queremos darte las gracias porque tu dedicación, bondad, compasión, comprensión, amor, firmeza, paciencia y sabiduría. Gracias a ti, millones de personas conocemos la Higiene Natural y hemos aprendido el camino auténtico de la salud. A ti, querido amigo nuestro homenaje a través de nuestra labor y este bello poema de José Manuel Casado Sierra que aparece en su libro ?El mito de la enfermedad??
A ti Fry
por José Manuel Casado Sierra, 2002
En memoria de T. C. Fry
No saldrá tu nombre
en la televisión, amigo Fry.
No te recordarán, ni construirán
un monumento en tu honor.
No serás condecorado ni alabado.
No saldrán tus fotos en las revistas del corazón.
Pero, quizás, un pajarillo gris se pose un tu lápida
agrietada y perdida entre millares
y te cante una canción.
Quizás, amigo Fry, un joven soñador y solitario te
busque entre el polvo y los libros viejos sobre salud.
Quizás unos padres preocupados por su hijita
enferma te llamen al Cielo en busca de tu saber.
Quizás muchos otros te recuerden como aquel viejo y utópico
loco solitario que quería cambiar el mundo.
Quizás, querido Fry, las semillas que plantaste en muchos
hombres empiecen a brotar y con el paso del tiempo se
conviertan en árboles fuertes, sanos, sabios y divinos.
A ti Fry que nos diste tu lucha,
tu trabajo, tu saber y tu esperanza.
A ti Fry que despiertes de tu sueño terrenal
sonriente y feliz entre la Luz y el Amor. Amén.
Publicado el 14-10-2010T. C. Fry
T. C. Fry (1926-1996), considerado, tras el mítico Shelton, uno de los higienistas más importantes del siglo XX. El movimiento de la Higiene Natural ha perdido su voz más clara, más brillante. Su muerte fue un shock para muchos de nosotros que le considerábamos un hombre con un elevado espíritu de compasión. Su dedicación exclusiva y agotadora en el trabajo fue una de las causas principales de su fallecimiento.
Era un hombre muy apasionado en la difusión del Higienismo. Incluso en sus últimos días, estuvo preparando su boletín informativo para cumplir su sueño de crear en Honduras la escuela higienista de Ciencias de la Salud en homenaje a Shelton.
Fue en 1970 cuando T.C. Fry hizo su "gran descubrimiento de la salud" en su lectura del magistral libro del mítico doctor Herbert Shelton ?Superior de Nutrición?, en el que los principios de la Higiene Natural y nutrición biológica se revelan. Inmediatamente se entusiasmó y adoptó los principios de la Higiene Natural en su vida, se sobrepuso a muchos problemas de salud de antaño y se embarcó en un camino que lo llevó a adquirir tal vez más información sobre los hechos acerca de la salud y la nutrición que nadie en la historia, y convertirse en un gigante sobre la salud, la enseñanza de la Higiene Natural a nivel mundial. Fue un voraz investigador y estudioso de las ciencias de la nutrición, la fisiología y la curación. Puso toda su riqueza de la información en miles rectores de la enfermedad a la salud, y su obra han salvado muchas vidas, incluyendo la de este escritor. Él lo hizo por lo general de poca o ninguna compensación, y qué beneficios le hizo ganar por lo general volver a poner en el impresión y envío de más de su literatura a la salud que buscan.
Editó una importante e inspiradora revista que floreció en la década de los ochenta con más de 30.000 personas suscritas. Sus artículos estaban llenos de vida y sabiduría, explicando muy claramente la salud, y, literalmente, nos enseñó a pensar por nosotros mismos y a tomar la iniciativa de vivir saludablemente.
Fundó en la década de los ochenta el Instituto Higienista LIFE SCIENCE INSTITUTE , en Austin (Texas) donde enseñaba los principios higienistas a través del célebre curso higienista y de salud más importante escrito en la historia moderna de la Humanidad que constaba de video, cintas y 108 lecciones impregnadas de sabiduría, datos, información, artículos de un nivel extraordinario. Entre sus alumnos, destacan los autores del best-seller de salud más importante de todos los tiempos ?La antidieta (fit for life)? los Diamond, Harvey y Marylin, el autor de motivación de PNL mundialmente conocido, Anthony Robbins y los fundadores de Higea, los hermanos Natividad y José Manuel Casado Sierra. Dicho curso también se enseña en una escuela de medicina de Francia.
Autor de numerosos libros inmortales como ?La Gran Mentira del Sida?, ?La fórmula de la salud?, ?Yo vivo de frutas?, etc.
Queremos darte las gracias porque tu dedicación, bondad, compasión, comprensión, amor, firmeza, paciencia y sabiduría. Gracias a ti, millones de personas conocemos la Higiene Natural y hemos aprendido el camino auténtico de la salud. A ti, querido amigo nuestro homenaje a través de nuestra labor y este bello poema de José Manuel Casado Sierra que aparece en su libro ?El mito de la enfermedad??
por José Manuel Casado Sierra, 2002
En memoria de T. C. Fry
No saldrá tu nombre
en la televisión, amigo Fry.
No te recordarán, ni construirán
un monumento en tu honor.
No serás condecorado ni alabado.
No saldrán tus fotos en las revistas del corazón.
Pero, quizás, un pajarillo gris se pose un tu lápida
agrietada y perdida entre millares
y te cante una canción.
Quizás, amigo Fry, un joven soñador y solitario te
busque entre el polvo y los libros viejos sobre salud.
Quizás unos padres preocupados por su hijita
enferma te llamen al Cielo en busca de tu saber.
Quizás muchos otros te recuerden como aquel viejo y utópico
loco solitario que quería cambiar el mundo.
Quizás, querido Fry, las semillas que plantaste en muchos
hombres empiecen a brotar y con el paso del tiempo se
conviertan en árboles fuertes, sanos, sabios y divinos.
A ti Fry que nos diste tu lucha,
tu trabajo, tu saber y tu esperanza.
A ti Fry que despiertes de tu sueño terrenal
sonriente y feliz entre la Luz y el Amor. Amén.
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La idea de que la enfermedad puede ser curada y que la curación ─si puede encontrarse─ existe, nació en tiempos de la más profunda ignorancia y la más oscura superstición.
La idea, simplemente declarada, consiste en que la salud puede ser recuperada sin eliminar las causas de su deterioro. La idea es que algún agente o influencia extra-vital puede, por su propio poder, devolver la salud a un organismo enfermo.
Cuando se originó este concepto, el pequeño grupo de sanadores auto constituido que entonces existía emprendió una búsqueda loca de curas que, a pesar de los fracasos de todas las existentes, continúa con un frenesí constante.
La búsqueda de las curas ha llevado a la humanidad a hacer algunas cosas bastante extrañas, mientras que ninguna cantidad de fracasos por grande que sea le hace aprender la lección.
Hasta ahora, no conocen la naturaleza esencial de la enfermedad y no saben que debería ser curada o que puede ser curada. En lugar de un estudio de causa-efecto, la curamanía tiene a todo el mundo científico buscando quimeras, todas las cuales parecen prometer mucho, pero sólo son «frutos del mar muerto».
La última estupidez producto de la superstición de la cura es una propuesta hecha al Congreso estadounidense para apropiarse de 15.000 millones de dólares para gastarlos en un período de cinco años en una búsqueda frenética de una cura contra el cáncer.
Para alcanzar esta tremenda suma de dinero, se ha propuesto imponer un recargo en los impuestos de un dos por ciento a cada contribuyente individual o corporativo en el país. Como de costumbre, cuando el dinero público se gasta en los programas de salud pública, se hace pagar a la gente que es lo suficientemente inteligente y está lo suficientemente informada como para saber el gran disparate que es el proyecto junto con los ignorantes que apoyan la extorsión de los médicos y la bribonería que acompaña toda empresa fraudulenta.
Los higienistas serán obligados a pagar toda esta investigación que no conduce a ningún sitio, junto con aquellos suficientemente desinformados para pensar que la investigación médica nos puede dar lo imposible.
Las imprentas de propaganda están muy ocupadas imprimiendo seductores artículos para los periódicos y las revistas que han sido diseñadas para crear una demanda pública para que se lleve a cabo este último plan de echar los fondos públicos en la ratonera de la investigación.
Las curas van y vienen, pero el curar sigue para siempre. Con el paso del tiempo las curas se hacen más complicadas, más difíciles y más caras.
La culminación de esta inutilidad parece haberse conseguido cuando a una profesión que confiesa que no tiene cura para el resfriado común, es fastidiada por una simple indigestión y un estreñimiento sin complicaciones, y no sabe como tratar un montón de granos en la cara de una adolescente, se le pide que discuta en secreto una investigación y vuelva a los cinco años con una cura contra el cáncer.
Desde luego, cuando haya acabado el período de cinco años y estén con las manos vacías, siempre hay la posibilidad de un segundo plan de cinco años de duración durante el que se pueden gastar otros 25.000 millones de dólares en otra búsqueda inútil de una cura.
El coste no sería demasiado grande si al final del segundo plan de cinco años de duración, el supuesto mundo científico hubiese aprendido que no existen las curas. Sin embargo, sería demasiado esperar esto.
Los higienistas deberían ejercer toda la influencia que puedan para oponerse a esta locura y buscar un programa de educación que proporcione a la gente la verdad de la salud, la enfermedad y la sanación.
Fuente: 1986 LIFE SCIENCE INSTITUTE.
Reimpreso de la «HYGIENIC REVIEW»
Todos los derechos de propiedad industrial e intelectual de www.higea.org,
así como de los elementos contenidos en las misma (que incluyen, entre otros, imágenes, sonidos,
audio, vídeo, software o textos) pertenecen a la Editorial Higea.
El USUARIO podrá visualizar tales elementos e incluso imprimirlos, copiarlos y almacenarlos en
el disco duro de su ordenador o en cualquier otro soporte físico siempre y cuando sea,
única y exclusivamente, para su uso personal y privado, quedando, por tanto, terminantemente
prohibida su utilización con fines comerciales, su distribución, así como su modificación,
alteración o descompilación.
El website www.higea.org advierte que en ningún momento ha estado en su ánimo,
ni directa ni indirectamente, prescribir o diagnosticar, tan sólo ofrecer al ususario un
conjunto de informaciones útiles en el área de la salud. En el caso de que el usuario hiciera
uso de tales informaciones para resolver sus propios problemas de salud, tanto el autor como
el editor de este artículo declinan cualquier responsabilidad que pudiera serles atribuida.